Nuestros vinos


 

Vinos tintos jóvenes

Fundamentalmente son elaborados con uva Tempranillo, previo despalillado y fermentación del mosto en presencia de los hollejos. La incorporación de nuevas variedades, como la Cabernet Sauvignon y el Syrah, está aportando a este tipo de vinos aromas florales y varietales, enriqueciendo su gusto.

Vinos de Crianza

Deben tener un periodo de envejecimiento natural mínimo de veinticuatro meses, contados a partir del final del proceso de elaboración, de los que, al menos seis habrán permanecido en envases de madera. Los vinos sometidos a crianza, suelen ser vinos redondos y equilibrados que conservan los aromas de la variedad de procedencia y ya apuntan los producidos por su breve estancia en madera, tornándose suaves y aterciopelados, de prolongada persistencia en el paladar.

Vinos de Reserva

Se seleccionan para este sistema de crianza de vinos que tienen mejores calidades. Adquieren la condición de reserva los que han tenido un periodo mínimo de envejecimiento de treinta y seis meses, de los que al menos doce habrán permanecido en barrica. Son vinos más estructurados que los anteriores, con colores más atejados. Sus aromas primarios se mantienen vigorosos y los secundarios y terciarios afloran dándoles elegancia y gran paso de boca.

Blancos jóvenes

Son vinos que hoy marcan tendencia en las bodegas a la hora de elaborar. Se caracterizan por ser pálidos, aromáticos, afrutado, moderados de alcohol y frescos. Para su mejor degustación deben beberse en los doce meses siguientes a su elaboración. Son realizados por el sistema de fermentación controlada, lo que les permite conservar todos sus aromas.